20 de febrero de 2009

Amigos

Antes de irme,
pensaba que la familia lo era todo,
ella te ayudaba siempre que quisieras.
¿Será que me equivoqué?

Quizás haya personas que realmente lo son todo,
esas personas me dieron el brazo
mientras escalaba.

Me dieron el alma,
para que me acomodara.

Me dieron el ombro,
para que llorara.

Sin embargo, todavía era inocente,
o inmadura?
o insegura?
o quizás solo incrédula.

Uno no cree en lo que dicen las palabras,
pues también son máscaras,
como las que usan los humanos,
ellas también esconden sentimientos.

Oh! como "la hipocresía se vuelve moda",
y nosotros consumidores de tal estilo.

¿Quién nunca creyó que se puede llorar sólo?
pero también,
¿Quién nunca creyó que habría alguien para secarte las lágrimas?

Después de meses de distancia,
de almas separadas por kilómetros.
Nos basamos en vivir el presente,
con seguir con nuestras vidas,
pero ya nada es igual.

Tu media naranja,
y no necesariamente, la de tu amor olvidado,
ha quedado separada,
de tu aura, de tu vida.

Pero por días, y no por vidas.
Por eso, con la distancia,
me acerco más a tí.

Descubro las hipocresías,
los amores,
la verdadera realidad.

Donde sólo algunos saltan conmigo,
o sólo algunos saltan por mí.

A todos esos que me aman,
a todos aquellos que los amo,
"después de todo por lo que hemos pasado,
pronto volveré a casa"


No dónde mi sangre,
sino con mi familia del alma.

Gracias.

Prometeo