26 de noviembre de 2009
Es difícil.
7 de octubre de 2009
A lo que llaman vida.
donde unos ríen mientras otros lloran.
Acompáñame a perder el tiempo
y a recuperarlo, no olvidarlo.
Siéntate a mi lado,
donde haya nubes de colores.
Siéntate en mi alma
siempre con tus pies en la arena.
Dame una sonrisa,
para coleccionar una más.
Dame tu esperanza
para la mía no olvidar.
Salta si temes el abismo,
cae de cabeza para sentir el gustito.
Salta si no tienes nada ya que perder,
y salta para poder ganar.
Brinda por la amistad,
la lealtad y por el sexo.
Brinda porque eres humano
y se celebran o se ahogan penas.
Besa cuando quieras recuperar la inocencia,
o cuando se te termine lo que tenías que decir.
Besa si sabes que se va,
pero principalmente besa cuando veas que regresa.
Olvida si no tienes porqué recordar,
si lo que pasó es pasado y no importa en tu presente.
Olvida acordarte cuando quieres
o simplemente cuando sea necesario.
Crece ante actitudes de hombre,
pero permanece un infante para no olvidar la belleza en lo inútil.
Crece con dignidad,
para que en la cima del monte recuerdes la humildad del comienzo.
Ámate para poder ser amado,
siendo correspondido y a veces sin serlo.
Ámame porque yo te amo,
y porque juntos amamos a lo que llaman vida.
22 de septiembre de 2009
En mi plazita.
17 de agosto de 2009
you and me
24 de junio de 2009
El inexistente lado racional de enamorarse
“El que no está dispuesto a parecer idiota, no está dispuesto a enamorarse”
Una vez leí el concepto de amor de Anton Chejov. En su momento no lo pude entender, quizás mi concepto estaba más desorientado. Tiempo después, cuando los años se habían ido y mil experiencias más había vivido, llegué a su concepto. Me identifiqué con su idea de que al aceptar al otro tal como es, es una forma de amar. Hoy, luego de no poder olvidar el amor, el cual me pegó de manera tardía (temprana para otros), me pregunto si podemos amar sin siquiera conocer a la persona. Es algo cierto que amar y estar enamorado/a son dos conceptos completamente diferentes. Puedo estar enamorada hoy, pero mañana ya no. Puedo amar hoy y lo haré por siempre. Enamorarse es el proceso de conocer, amar es conocer y aún así aceptar. Estar enamorado es definitivamente uno de los mayores placeres que tenemos en el regalo de poder vivir. No hay nada por igual. Enamorarse aumenta la intensidad de la vida. Son los cosquilleos al ver a la persona, es el sexo enamorado, es una locura momentánea. La vida no puede ser vida si uno no ha llegado a enamorarse, y esto no incluye el pensamiento narcisista.
Entonces en esta etapa de mi vida, después de haber amado y también de haber estado enamorada, me pregunto si puedo hacerlo sin siquiera conocer a la persona. Quizás una especie de “amor a primera vista” si es que existe. También es muy probable que ese concepto esté completamente mal definido, como muchos otros en el tema que al amor concierne. Tal vez deberíamos de llamarlo “enamorarse a primera vista”, eso suena más creíble. No sé si me ha pasado, pero si he sentido la “luz” que viene al ver una persona. Aunque creo que eso viene simplemente por un concepto psicológico nativista, no puedo negar que quizás también exista la presencia de uno parapsicológico.
Pero entonces, ¿puede uno ver a alguien y desde que lo vio no dejar de pensarlo? ¿Imaginarse con él sin siquiera haber entablado una conversación? ¿Querer besar esos labios sin siquiera haberlo tocado? No suena cuerdo. En todo caso, por el momento, lo dejaré al lado racional de mi cerebro donde simplemente dice que es atracción hacia el sexo opuesto, a aquél individuo en particular, debido a que los dos tenemos gran conexión para reproducir; olvidando mi lado empírico donde alegaría que es la “química” existente. Pero ahora la pregunta es: si es sólo un método evolucionista de sobrevivencia, no sería enamorarse ¿cierto? Esto me lleva a concluir que quizás enamorarse no sea un sentimiento, tal vez ni siquiera tenemos sentimientos, sólo aumentos y disminuciones de endorfinas en la sangre. Pero esto le quitaría toda la esencia, así que mejor pensemos que el enamorarse es el estado momentáneo de locura, pues no todo en esta vida es cuerdo, y lo que no lo es, es siempre más placentero.